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La participación del bloque Calima Auc en el exterminio del Bloque Metro

Los hermanos Castaño y sus cómplices en Cauca, Valle y Huila

 
El bloque paramilitar que delinquió en el occidente del país fue como un pulpo. Extendió sus brazos por cuatro departamentos con el apoyo de narcotraficantes, empresarios y políticos.
Desde 1999 cuando apareció el Bloque Calima hasta 2004, cuando se desmovilizó, este grupo paramilitar delinquió en 26 de los 43 municipios que integran el Valle del Cauca. Foto archivo Semana 

El Bloque Calima fue el grupo paramilitar que delinquió durante seis años en Valle del Cauca, Cauca, Huila y Antioquia. Su creación y expansión en el occidente del país fue producto de vínculos entre los paramilitares de la Casa Castaño, los militares, empresarios y políticos de la región.

Así lo documentó una Fiscalía de Justicia y Paz durante la audiencia de legalización de cargos contra Hébert Veloza alias ‘H.H.’, exjefe paramilitar del Bloque Bananero que a partir de junio de 2000 dejó el Urabá antioqueño para crear el Bloque Calima, un grupo paramilitar que se desmovilizó con 564 hombres el 18 de diciembre de 2004 en Bugalagrande, Valle del Cauca.

Durante la audiencia, la Fiscalía contó en detalle los inicios de este grupo, cómo se expandieron desde el Valle del Cauca hacia los otros tres departamentos, y cómo hubo complicidad con funcionarios y organismos de seguridad del Estado.

Una zona en disputa
El Bloque Calima apareció en el Valle del Cauca, Cauca y Huila diez años después de que en estos tres departamentos existían grupos pequeños de autodefensas que, como en otras regiones del país, se enfrentaban a las Farc y Eln. Según la Fiscalía, los paramilitares no incursionaron en el norte del Valle por ser esta zona un imperio del narcotráfico del Cartel del Valle.

Allí los narcotraficantes se pelearon el poder que habían dejado los hermanos Rodríguez Orejuela tras entregarse a las autoridades estadounidenses. Así fue como se hicieron visibles los hermanos Henao, Andrés López, Víctor Patiño Fómeque, Wílber Varela alias ‘Jabón’,  Juan Carlos Ramírez Abadía alias ‘Chupeta’, Diego León Montoya alias ‘Don Diego’ y Luis Hernando Gómez Bustamante alias ‘Rasguño’, algunos de ellos muertos y otros presos por haber traficado por lo menos 500 toneladas de cocaína de Colombia a México.

Mientras en el Valle, pequeños grupos de autodefensa permanecían hacia el centro y sur de ese departamento, en Cauca Yesid Enrique Pacheco Sarmiento alias ‘Cabo’ entrenó a un grupo llamado Mártires de Ortega. “Era un grupo de indígenas que estaba peleando con la guerrilla. Ellos no tenían instrucción militar y les dimos conocimiento sobre manejo de armamento. Sabía sobre eso porque yo había sido suboficial del Ejército”, dijo en versión libre el exparamilitar.

En Huila había otros grupos de autodefensas que se enfrentaban a las Cuadrillas 13 Cacique la Gaitana y 61 Cacique Timanco de las Farc. Luego, llegó el Bloque Calima y el Bloque Central Bolívar, que tuvo presencia en ocho departamentos.

Según la Fiscalía, los puntos donde se ubicaron los grupos armados ilegales eran clave para el control de las rutas del narcotráfico. Además de combatir a la guerrilla, con este pretexto fue que los paramilitares se financiaron y llegaron a la región.

‘Castaño y la gente nos llamaron’
Los paramilitares de las Autodefensas de Córdoba y Urabá, Accu, llegaron al Valle del Cauca durante el segundo semestre de 1999 por orden de los hermanos Carlos y Vicente Castaño. Según contaron exparamilitares en versiones libres, las Accu arribaron en el occidente porque así se los solicitaron a los Castaño personas que estaban cansadas de las extorsiones y los secuestros.

A la derecha, Elkin Casarrubia Posada alias 'El Cura', jefe militar del Bloque Calima. Foto archivo

 

Para hacer la primera incursión, la Casa Castaño envió un grupo de 50 paramilitares a Cartago a cargo Rafael Antonio Londoño Jaramillo alias ‘Rafa’. Los paramilitares se ubicaron en una finca de Tuluá donde instalaron una base para comenzar a delinquir en la región. A los pocos meses alias ‘Rafa’ fue enviado al Putumayo para crear el Bloque Sur y entregó el grupo del Valle a David Hernández Rojas alias ‘José’ o ‘39’ y a Norberto Hernández Caballero alias ‘Román’.

Un mes después, la Casa Castaño envió otro grupo 40 paramilitares a cargo de Elkin Casarrubia Posada alias ‘El Cura’, alias ‘Catori’ y alias ‘Chiquito Político’, que se encargaba de enviar comunicados a los medios. En cada lugar donde hacían presencia dejaban grafitis y panfletos, como el que repartieron en julio de 1999. 

“Atención. Las Autodefensas informan que hemos conformado el Frente de Guerra Occidental que empieza a operar en el Valle, por el azote de la guerrilla y el abandono del Estado. Le damos tres opciones a la guerrilla: hacer la guerra, se uniforman o se mueren de civil o abandonar la región. A los habitantes que viven en zona de guerrilla les damos tres opciones: abstenerse de colaborar con la guerrilla, se unen con nosotros a la causa o abandonan la región. Los amigos de los guerrilleros son nuestros enemigos, y nuestros enemigos se mueren”, señalaba el panfleto.

Según lo documentó la Fiscalía, los narcotraficantes del Norte del Valle empezaron una disputa por las rutas del narcotráfico en el departamento. “Al parecer, alias ‘Jabón’ financiaba a la guerrilla para manejar las rutas por el Cañón de Garrapatas. Como alias ‘Don Diego’ se quedó sin apoyo, entonces empezó a financiar a los paramilitares y les pidió que le cuidaran unos laboratorios. Alias ‘Román’ lo hizo por algunos meses hasta cuando Carlos Castaño lo desautorizó”, explicó la Fiscalía.

El 31 de julio de 1999 los paramilitares realizaron la primera incursión en la vereda La Moralia, en Tolú, cuando se celebraban las fiestas de la Virgen del Carmen. Ese día, los paramilitares llegaron en dos camiones y tras exhibir una lista de ‘objetivos militares’ asesinaron a dos pobladores señalándolos de ser presuntos colaboradores de la guerrilla. Durante los siguientes dos meses, los paramilitares hicieron presencia en Chorreras y El Placer, así como en los municipios de Bugalagrande, San Pedro y Sevilla. 

“En 60 días los paramilitares cometieron varias masacres asesinando a 37 personas acusándolas de ser supuestos guerrilleros. En el primer mes desplazaron a 730 personas que terminaron refugiándose en albergues temporales en Tuluá y Buga. Comenzó el terror”, dijo la Fiscalía.

A mediados de 2000, por orden los Castaño, la ‘línea de mando’ del grupo cambió. David Hernández Rojas alias ‘José’ o ‘39’ prescindió de alias ‘Román’ y nombró como segundo, tercero y cuatro a exmilitares que apoyaban a las autodefensas. El 28 de julio de 2002 en Tuluá alias ‘Román’ fue asesinado por orden de alias ‘José’ por haber planeado un presunto autosecuestro en el que le exigía 250 millones de pesos a los ‘paras’ por la liberación de su padre. 

Hasta mayo de 2000 el grupo paramilitar que delinquía en el Valle estuvo a cargo de alias ‘Román’, seguido por Bladimir González alias ‘Marcos Gavilán’, alias ‘El Cura’, alias ‘Catori’ y Jair Alexánder Muñoz alias ‘Sisas’. Ese mes al Casa Castaño envió a Hébert Veloza alias ‘H.H.’, que delinquía en el Eje Bananero desde 1996, para que creara el Bloque Pacífico, con injerencia en el Darién, Buenaventura y la costa pacífica del Chocó. “De forma inicial los Castaño plantearon el bloque como un grupo independiente del Calima, pero eso no sucedió”, dijo la Fiscalía.

‘H.H.’, el negociante
Por las diferencias que había entre alias ‘José’ o ‘32’ y alias ‘Román’ y el antecedente de prestar ‘servicios’ al narcotraficante ‘Don Diego’, los Castaño nombraron a ‘H.H.’ como jefe paramilitar del grupo del Valle del Cauca, que a partir de julio de 2000, recibe el nombre de Bloque Calima.

En versión libre del 22 de enero de 2009, alias ‘H.H.’ contó que para expandir el Bloque de Tuluá hacia Buga, San Pedro, Bugalagrande, Palmira y Pradera organizó una reunión con jefes paramilitares, narcotraficantes y empresarios de la ganadería e ingenios azucareros para financiarse. “Se acordó que aportarían $250 millones de pesos, y que lo harían por medio a alias ‘Gordo Pepe’. Lo único que dijeron los narcotraficantes es que fuera discreto porque ellos estaban negociando la entrega con el gobierno de Estados Unidos”, leyó la Fiscalía.

Alias ‘H.H.’ nombró como jefe militar del Bloque Calima a alias ‘El Cura’ y como jefe financiero a Juan Mauricio Aristizábal alias ‘El Fino’. Luego creó seis frentes que delinquieron así:

Frente Central: Tuvo presencia en Valle del Cauca en Tuluá, Buga, Bugalagrande y San Pedro. Luego se extendió a Trujillo y Andalucía. El grupo estuvo a cargo de alias ‘El Cura’ y ‘Marcos Gavilán’. El Frente delinquió hasta la desmovilización.

Frente Cacique Calarcá: Delinquió en Sevilla y Caicedonia en el Valle y en algunos municipios del Huila. Entre 2000 y 2001 el grupo estuvo a cargo de alias ‘Juan’, ‘Alfredo’, ‘Carlos’ y ‘Siete’. Luego fue entregado a José de Jesús Pérez alias ‘Sancocho’, que venía como jefe de los paramilitares del Cauca. En 2002 la misión de alias ‘Sancocho’ era montar un bloque en el Huila que tuviera también presencia en Tolima. El Frente delinquió hasta la desmovilización.

Frente La Buitrera: Desde 1999 los paramilitares comenzaron a crear este grupo para delinquir en Palmira, Pradera y Candelaria, en el Valle. Con la llegada de alias ‘H.H.’ a la región, el Frente fue reforzado con 20 paramilitares que tuvieron presencia en Cerrito, Ginebra y Guacarí, en el departamento, así como en Miranda y Corinto, en Cauca. El Frente estuvo a cargo de alias ‘Ramiro’, ‘Julián’, Juan de Dios Úzuga David alias ‘Giovanny’ y ‘Andrés’. Los 150 paramilitares que delinquieron en este grupo lo hacían desde La Buitrera, corregimiento de Palmira.

Frente Pacífico: 
Aunque los hermanos Castaño pretendían que este una fuera un bloque a cargo de alias ‘H.H.’, el grupo terminó siendo un frente. Según lo confesaron varios exparamilitares en Justicia y Paz, entre marzo y abril de 2000 la Casa Castaño le ordenó a alias ‘H.H.’ hacer inteligencia en el Darién y en la costa pacífica chocoana. ‘H.H.’ se comunicó con un coronel en el Tolima quien a su vez lo relacionó con un paramilitar que manejaba las bandas delincuenciales en Buenaventura. ‘H.H.’ envió a alias ‘El Fino’, el financiero del Calima, a hacer inteligencia al puerto.

“Debido a que los comerciantes de Buenaventura le escribieron a Carlos Castaño de que estaban cansados del secuestro, me llamaron para una reunión en el Urabá donde me ordenaron ir a Buenaventura. Llegué para una Semana Santa y recopilé información sobre los responsables de los secuestros. Le di esa información a alias ‘H.H.’, quien a su vez le dio el reporte a Vicente Castaño. Fue así como decidieron regresar con gente para meterle mano dura al puerto de Buenaventura”, dijo alias ‘El Fino’ en versión libre del 21 de junio de 2010.

Según la Fiscalía, por orden de los Castaño 54 paramilitares de los 200 que delinquían en Tuluá a cargo de alias ‘José’ o ‘39’ fueron enviados en camiones al casco urbano de Buenaventura. Allí los paramilitares reclutaron a jóvenes de las bandas delincuenciales para obtener información sobre el Frente 30 de las Farc. Algunos de los guerrilleros se sumaron a las filas de este frente que intentó incursionar Guapí, Cauca, donde delinquía el Bloque Central Bolívar. 

Frente Yumbo: Tuvo injerencia en Yumbo, Vijes, Restrepo, La Cumbre así como en Cali, la capital de Valle. El grupo se financió con el hurto de gasolina del poliducto de Ecopetrol y estuvo a cargo de alias ‘Arley’, ‘La Marrana’ y alias ‘El Chacal’.

Frente Farallones:
 Fue el delinquió en más territorios, distribuido en dos grupos: 

El primero delinquió en Cauca. El grupo instaló bases en los municipios de San Miguel y Buenos Aires, y entrenó paramilitares cerca de una escuela de niños. Alias ‘Sancocho’, que estaba a cargo del Frente en Buenaventura, fue nombrado jefe de este nuevo grupo.
A partir de 2000 aparecieron los primeros grafitis en este departamento, según lo reseñó el diario El Liberal, de Popayán. En junio de ese año, los paramilitares instalaron un retén ilegal en la vereda La Ventura, en Buenos Aires, para controlar la entrada de personas a ese municipio. “Los paramilitares empezaron a establecer normas para el ingreso de alimentos de las familias, que no podía superar los $50 mil pesos. Comenzaron a asesinar a personas en las veredas del municipio o en sitios cercanos a este como la masacre del Alto Naya en abril de 2001”, dijo la Fiscalía.

Luego, los paramilitares empezaron a delinquir en otros municipios del Cauca como Santander de Quilichao. Luis Alexánder Gutiérrez alias ‘El Capi’ dijo en una versión libre que en octubre de 2000 comenzaron a asesinar a personas señaladas de ser presuntos guerrilleros y arrojaron sus cuerpos a un sitio conocido como La Balsa, por donde pasaba el río Cauca”. Armando Lugo, que trabajaba en la Defensa Civil y realizaba jornadas de salud por las veredas de este municipio, realizó varios de esos señalamientos. Luego se unió a los paramilitares bajo el alias de ‘Cabezón’.

En diciembre de 2000 los paramilitares ingresaron a de Puerto Tejada con el pretexto de combatir a ‘Los Agradandos’, una banda delincuencial que se dedicaba al tráfico de drogas. Según datos de la Fiscalía, entre enero y septiembre fueron asesinadas 168 personas en ese municipio. 

A partir de 2001 el Frente se extendió hacia el centro y sur del departamento, teniendo presencia en Popayán. El 15 de enero de 2001 a 10 minutos de Popayán cometieron la masacre de La Rejoya donde fueron asesinadas diez personas que se movilizaban en un bus tipo chiva. En versión libre, Jaime Manuel Mestre alias ‘Romario’ dijo que la masacre se cometió con apoyo del Batallón José Hilario López de Popayán y del entonces gobernador Juan José Chaux, investigado por sus presuntos nexos con los paramilitares. Sin embargo, alias ‘H.H.’ aseguró que “si bien Chaux tuvo vínculos con nosotros, no estuvo involucrado en esta masacre”.

Luego, el Frente delinquió en Tambo, Patía y Mercaderes. Según la Fiscalía, el Frente Farallones delinquió en 22 de los 42 municipios de este departamento. En el Huila un segundo grupo tuvo injerencia principalmente en Pitalito a cargo de José de Jesús Pérez alias ‘Sancocho’.  

Para exterminar el Bloque Metro
Los paramilitares del Bloque Calima también incursionaron en Medellín para exterminar el Bloque Metro, el grupo paramilitar a cargo de Carlos Mauricio García alias ‘Doble Cero’. Según lo documentó la Fiscalía, los hermanos Castaño le ordenaron a alias ‘H.H.’ prestar un grupo de hombres para enfrentar a quien fue un hombre de confianza e instructor de los paramilitares, por diferencias con los Castaño relacionadas con la desmovilización.

Por instrucción de los Castaño, alias ‘H.H.’ envió 50 paramilitares del Bloque Calima a Medellín para cercar al Bloque Metro y asesinar a ‘Doble Cero’. Con aportes de otros grupos paramilitares de la Casa Castaño, el grupo sumó 400 hombres. “A todos estos hombres se les dotó con fusiles y se movilizaron hasta Santo Domingo, Antioquia, a cargo de Elkin Casarrubia alias ‘El Cura’. La guerra la ganaron en septiembre de 2003 y capturaron a 12 integrantes del Bloque Metro que luego fueron asesinados”, narró la Fiscalía.

 

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