Álvaro Uribe Vélez ha negado tajantemente tener relaciones con grupos paramilitares y con las masacres de El Aro, La Granja y San Roque.
Crédito: Colprensa fuente REVISTA CAMBIO COLOMBIA
Bloque Metro: el testigo clave contra Álvaro Uribe del que se desconoce su paradero
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Luis Enrique Serna Henao declaró en 2000 y señaló al expresidente Álvaro Uribe de tener nexos con paramilitares. Incluso, hizo retratos hablados de integrantes del Bloque Metro. La Fiscalía de Francisco Barbosa tuvo más de tres años el caso y no hizo nada significativo.
La Fiscalía que lideró Francisco Barbosa hasta hace una semana no sólo solicitó, sin éxito, que se precluyera la investigación en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez por presunto fraude procesal y soborno a testigos, delitos por los cuáles está imputado, sino que el expediente en el que el exmandatario aparece como indiciado por las masacres de El Aro, La Granja, de San Roque, entre 1996 y 1997; además, el crimen de Jesús María Valle en 1998, pasó más de tres años ‘dormido’ en los anaqueles.
El voluminoso expediente, que incluye múltiples testimonios contra el expresidente, fue enviado por la Sala de Instrucción de la Corte a la Fiscalía en septiembre de 2020, tras perder competencia para seguir avanzado en la indagación previa contra Uribe, quien renunció al Congreso el 18 de agosto de ese año, apenas días después de que fuera detenido por el Alto Tribunal por el caso de soborno. Cuatro días antes, además, la Sala había decidido darle un impulso al expediente por las masacres, ordenando numerosas pruebas, inspecciones y toma de testimonios.
Por ejemplo, uno de los testimonios que la Corte consideró clave es el de Luis Enrique Serna Henao, quien terminó trabajando a la fuerza con los paramilitares y que aseguró a la justicia desde el año 2000 que Álvaro Uribe, siendo gobernador de Antioquia, era considerado el ‘patrón’ de los paramilitares de la zona y que la finca Guacharacas sí fue usada como una base, entre otros (ver más adelante el testimonio completo). Por eso, en auto del 14 de agosto de 2020, la Corte ordenó hacer todo lo posible para ubicarlo. En concreto, que se indicaran los resultados de una investigación que avanzaba con el radicado 183405 ante la Fiscalía 20 de la Unidad de Justicia y Paz por su desaparición.
¿Qué ha pasado? ¿La Fiscalía que lideró Barbosa hizo esa prueba? ¿Escuchó a los exparamilitares Juan Guillermo Monsalve, Fredy Rendón Herrera, alias el Alemán; Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario; y a Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, como había dispuesto la Corte?
Ese expediente cayó en las manos del fiscal tercero delegado ante la Corte Suprema Javier Cárdenas, el mismo que se encargó por segunda vez de pedir la preclusión del caso de soborno contra Álvaro Uribe, señalando, entre otros, que testigos como Monsalve supuestamente no tienen nada que decir sobre actividades presuntamente ilícitas del expresidente, a pesar de las múltiples versiones que este rindió a la justicia a lo largo de los años.
Según el abogado Miguel Ángel del Río, quien es representante de víctimas en este caso, el fiscal Cárdenas explicó que lo que se ha hecho es mínimo. "Absolutamente nada. Desde ese famoso auto de pruebas y con esa cantidad de órdenes a la Policía Judicial que establecía la Corte, nada se ha hecho. Desde que ese proceso llegó a la Fiscalía, ha pasado por varios funcionarios y ninguno ha hecho nada", dijo.
Según Del Río, esto es evidencia de "la complicidad de esta Fiscalía con Álvaro Uribe Vélez, en donde el señor aparece siempre como una víctima y nosotros los representantes de víctimas como victimarios".
El abogado dijo que lo único que se ha hecho fue llamar a versión libre al expresidente, a petición de él, luego del explosivo testimonio en la Jurisdicción Especial para la Paz de Salvatore Mancuso, en el que dijo que Uribe sí sabía de la masacre de El Aro. "Lo hicieron con el propósito de buscar el archivo de esa investigación", afirmó.
El testigo contra Uribe y Juan Guillermo Villegas
De Serna Henao hay dos declaraciones. Una del 2 de mayo y otra del 6 de diciembre de 2000, es decir, que se rindieron ante la justicia varios años antes de que se conocieran los testimonios de altos mandos paramilitares y de los intentos de manipular a testigos. En ambas, Serna Henao explica que llegó en 1995 a trabajar a Majagual, una finca de la familia de Luis Alberto Villegas Uribe que tenía una mina de carbón, y relató cómo Jhon Jairo Mejía, alias Filo, uno de los primeros integrantes del Bloque Metro, y Luis Villegas Uribe le pedían una coima y eventualmente lo pusieron trabajar. Así se dio cuenta de varias situaciones que involucrarían al expresidente.
“Como a las once de la mañana salió un Trupper negro con vidrios oscuros, muy sospechoso, salió a mucha velocidad, la finca era de un señor conocido como Gavilán, su apellido es Sierra. Por ahí a la media hora salió Filo y Luis Alberto Villegas, Filo siguió para San José (del Nus) y Villegas me dijo: ‘vamos a la finca’. Él estaba en compañía de Carlos Cano, Alberto Cataño y Carlos Humberto Gómez, alias Pastrana, todos tenían armas largas, pero están de civil, ellos son paracos, pero también de la Convivir de Villegas. La finca Guacharacas es del señor Álvaro Uribe Vélez, en ese entonces gobernador de Antioquia”, dijo.
Más adelante, narró que a mediados de 1996 estando en San José, “bajó el doctor Álvaro Uribe Vélez a San José. Yo lo distinguí ahí, estuvo también en San Roque. Estábamos en conflicto y mandó una volqueta para San José, en donde se desplazaban los paracos y cargaban los muertos frecuentemente, yo me daba cuenta de esto”, narró. Y luego, indicó que el paramilitar Jhon Jairo Giraldo, alias Jota, iba a la finca “del señor Uribe Vélez” y aseguró que, a Ramiro Ceballos, señalado de la quema de la finca y de la muerte de un mayordomo, lo mataron.
“Beto me dijo que había que llevárselo al patrón de la finca, señor Álvaro Uribe Vélez, junto con el hermano llamado con el alias de Perico y no fue más. Yo hablé con él el viernes y el lunes se desaparecieron y fueron por ellos a la casa y preguntaron por ellos para hablar con ellos y fue cuando se los llevaron y nunca más volvieron”, dijo. Según el testigo, Uribe Vélez estaba muy molesto por la muerte del mayordomo.
Serna Henao insistió en su segunda declaración que Villegas era administrador de Guacharacas, que trabajó en ella en 1997 y que la misma era cuidada por unos 50 paramilitares que salían a patrullar de noche con fusiles AK-47. “El señor Luis Alberto Villegas salía con ellos, porque era el patrón de ellos. Las armas se las entregaba el señor Luis Alberto Villegas a los paramilitares, tenían un lugar específico dentro de la misma finca llamado La Mayoría”, dijo.
Además, aseguró que la primera vez que los ‘paras’ al mando de alias Filo bajaron fue en 1996 y que mantenían en el comando de Policía de San José del Nus. “Yo solamente sé que Luis Villegas era el patrón de ellos, es decir, el que los mandaba, porque yo para ir a trabajar a la finca Guacharacas tuve primero que hablar con Filo y después con Villegas. Héctor Piñeros es el hermano de Ramiro y Perico, que fueron dos muchachos que ellos sacaron de la casa y los mataron. El caso fue que yo hablé con Beto para que dejara a estos muchachos en paz y Beto me contestó que había que llevárselos al patrón, y le dije: ¿quién es el patrón? Y me contestó: Álvaro Uribe Vélez; esos dos muchachos fueron sacados y desaparecidos”, dijo.
Los retratos de paramilitares que aportó el testigo
El testimonio de Serna Henao fue corroborado por su esposa Carolina Henao el 1 de febrero de 2001 ante la Unidad Nacional de Derechos Humanos de la Fiscalía en Medellín. La mujer dijo en esa ocasión que Álvaro Uribe Vélez era el que “manda a todas las autodefensas”.
“Luis me ha dicho siempre eso, porque él sabe más y me ha dicho que es el que les paga a todos, supongo que Beto le comentó a Luis Enrique todas esas cosas. Yo escuché cuando Beto le dijo a Luis Enrique que tenía que llevar a los hermanos Piñeros donde el patrón Álvaro Uribe. El grupo paramilitar estaba en la finca de Álvaro Uribe. Ese grupo permaneció en la finca por ahí dos meses. En ese tiempo el capataz de esa finca se llamaba Don Oscar, me parece que todavía está allá, hasta hace seis meses todavía la administraba”, dijo en ese momento.
Uno de los elementos claves del testimonio de Luis Enrique Serna Henao es que entregó nombres e hizo retratos hablados de 34 personas que calificó de paramilitares de esa zona del nordeste antioqueño. Por ejemplo, mencionó a Álvaro Sepúlveda, Andrés Tamayo, Andrés Vélez, Juan Mejura, Wilmar López, Carlos Cano, Juan David Gómez, Jaime Alfredo Gómez, Carlos Humberto Gómez y a Rober Cano.
El 17 de enero de 2001, una fiscal especializada de la Unidad de Derechos Humanos, dispuso, por orden del juez primero penal de Medellín, que el Cuerpo Técnico de Investigaciones elaborara retratos hablados con base en la información del testigo Luis Enrique Serna Henao, quien buscaba beneficios con sus testimonios.
Los 34 retratos se hicieron desde la cárcel de Itagüí del 7 al 14 de febrero de 2001, en ellos se referencia a varias de las personas que habrían conformado el Bloque Metro. Uno de los rostros es el de Carlos Cano, conocido bajo el alias de Cano, y quien, según información de las autoridades, era un policía que hacía parte del equipo de sicarios del grupo de autodefensa.
También aparece el retrato hablado de Jhon Darío Gil, quien tiene el alias de Beto, y, además, es referenciado como presunto paramilitar y primo de los hermanos Castaño. Entre los reseñados también está Luis Guillermo Villegas, quien es reseñado como el hijo de Luis Alberto Villegas.
"San José del Nus permanece en el estadero ganadero. Paramilitares se hacen pasar por Convivires. Es hijo de Luis Alberto Villegas", dice el documento.
¿Dónde está Serna Henao?
La Corte había ordenado informar qué había pasado con las investigaciones respecto del paradero de Serna Henao. Su esposa denunció en 2004 que desde el 6 de octubre de 2002 no volvió a saber nada de él. Aunque la Fiscalía no ha dicho nada oficialmente, CAMBIO obtuvo un documento firmado por la Fiscalía 97 Seccional de Medellín del 24 de enero de 2022, es decir en un proceso diferente al de Álvaro Uribe, en el que dice someramente que no se puede hablar de desaparición porque el hombre fue condenado el 31 de julio de 2007 y que el 22 de marzo 2012 se le extendió su condena.
“Esto trae como conclusión que no está desaparecido”, dice el documento de apenas tres páginas que no hace un mínimo detalle de si, en efecto, Serna Henao estuvo en una cárcel pagando esas nuevas condenas. De hecho, afirma sin soporte alguno, que este habría tomado la decisión de irse. Y, por tanto, descarta que acá haya una desaparición forzada.
No obstante, CAMBIO consultó con el Inpec y no hay registro alguno con la cédula de Serna Henao desde 2008 que es la fecha en que empezó a funcionar el sistema de consulta digital del Inpec. Entonces, si fue condenado en 2012 nuevamente, ¿por qué no aparece en los registros?
Esa situación es contradictoria con ese oficio de la Fiscalía que menciona las condenas, sin precisar si el hombre estuvo efectivamente preso más allá de 2002 cuando su familia no lo volvió a ver, ni hacer mayores labores investigativas para dar con el paradero de Serna Henao.
En este caso, además, aparecen registros de los juzgados de ejecución de penas de Medellín de un proceso por extorsión contra Serna Henao y Luis Aurelio Henao, en el que se habla que a Serna Henao le ordenaron la libertad condicional en el año 2007 y en 2011 se les extinguió a ambos efectivamente la pena. ¿Qué pasó entonces? ¿Por qué la Fiscalía no ha cumplido con la labor de encontrar al testigo como lo ordenó la Corte? ¿Está desaparecido?
Serna Henao estuvo efectivamente preso, para el año 2000, cuando hizo la declaración que reposa en la Fiscalía y que hizo en un proceso de colaboración con la justicia. En ese momento pagaba una pena de 40 meses en la cárcel Bellavista de Antioquia. Luego, según un oficio de la Fiscalía de septiembre de 2001, fue trasladado a la cárcel de Itagüí y tanto fiscal como él mismo habían pedido mejorar su seguridad por sus declaraciones y por su estado de salud.
Las declaraciones de Serna Henao motivaron en el año 2000 que la Fiscalía dictara órdenes de trabajo para verificar sus afirmaciones, como, por ejemplo, establecer los bienes de propiedad de Luis Alberto Villegas, la venta de la finca Guacharacas y el rol de Santiago Gallón en dicho predio, entre otros. ¿Se hizo algo?
Álvaro Uribe Vélez ha negado tajantemente tener relaciones con grupos paramilitares y con las masacres de El Aro, La Granja y San Roque, y con el crimen de Jesús María Valle. En la versión libre que rindió el 27 de noviembre de 2023, el expresidente se defendió de los señalamientos. Además, insistió en que nunca se ha reunido con paramilitares. Los hechos que se investigan están declarados de lesa humanidad y Uribe no está vinculado formalmente a una investigación, sino que aparece como indiciado.