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Bloque Metro, el fantasma que ronda a Álvaro Uribe Vélez

Bloque Metro, el fantasma que ronda a Álvaro Uribe Vélez

 
La historia de esa estructura paramilitar, que operó en 45 municipios de Antioquia entre 1996 y 2002, entre ellos su capital, constituye uno de los principales ejes de discusión dentro del proceso que adelanta la Corte Suprema de Justicia contra el expresidente y actual senador de la República por presunta manipulación de testigos.

Postulados a la Ley de Justicia y Paz, sistema de justicia transicional que permitió juzgar a los desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) y que han declarado en este litigio judicial, han señalado que el Bloque Metro nació en una de las fincas que fuera propiedad de la familia del senador Uribe Vélez, llamada Guacharacas, un predio en jurisdicción de los municipios de Yolombó y San Roque, nordeste de Antioquia.

Precisamente, reconstruir la trayectoria de esta estructura paramilitar ha sido una de las tareas más dispendiosas que ha tenido que realizar la Unidad de Justicia Transicional de la Fiscalía (antes Justicia y Paz) por cuanto se trató de un bloque que fue exterminado por sus propios compañeros en armas poco años antes de concluir las desmovilizaciones colectivas de los distintos bloques que integraron las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc).

Ello quiere decir que el Bloque Metro nunca se desmovilizó colectivamente, no suscribió ningún tipo de acuerdo con el gobierno nacional, sus máximos comandantes fueron abatidos y quienes sobrevivieron a la inclemente persecución terminaron integrando otros bloques y frentes paramilitares. Significa, además, que no hay quién responda por sus crímenes, quién ayude a esclarecer sus verdades, mucho menos quién repare a sus víctimas

Con todo y ello, desde 2011, la Fiscalía 20 de la Unidad de Justicia Transicional viene trabajando con unos nueve desmovilizados que, en diversos momentos integraron este bloque, para avanzar en su reconstrucción histórica.

Génesis: convivir El Cóndor

Foto: archivo Semana.

Lo documentado por el ente investigador señala que, promediando la década de los noventa, el Frente Bernardo López Arroyave de la guerrilla del Eln y el Frente 36 de las Farc habían logrado fortalecer su presencia en el nordeste de Antioquia. La extorsión y el secuestro de ganaderos se volvieron frecuentes en municipios como Yolombó, Vegachí, Yalí, San Roque, Maceo, Segovia, Remedios, Anorí y Amalfi, entre otros.

Evidencia de esas acciones armadas fue la incursión de miembros del Frente Bernardo López Arroyave a la Hacienda Guacharacas, ocurrida el 2 de enero de 1995, de donde hurtaron 600 cabezas de ganado, caballos de paso fino y quemaron la vivienda principal. La finca, de 2 mil hectáreas, estaba dedicada a la ganadería y era propiedad de la familia del expresidente y hoy senador de la República, Álvaro Uribe Vélez. En esta hacienda fue asesinado el 14 de junio de 1983 Alberto Uribe Sierra, padre del exmandatario, crimen que se le ha atribuido a guerrilleros de las Farc.

Para contrarrestar esas acciones insurgentes, el actual Senador de la República, en su condición de Gobernador de Antioquia (1995-1997), otorgó personería jurídica a través de la Resolución 42378 del 18 de noviembre de 1996 a la Asociación de Seguridad Privada El Cóndor, que operó en los municipios de San Roque, Yolombó, Maceo, Cisneros, Yalí y Vegachí, entre otros, en aplicación del Decreto Ley 356, expedido el 11 de febrero de 1994 por el entonces presidente de la República, César Gaviria, y su ministro de Defensa, Rafael Pardo, a través del cual reglamentaron el Estatuto de Vigilancia y Seguridad Privada, que creó las asociaciones de vigilancia y seguridad privada, conocidas como Convivir.

Como representante legal fungió Luis Alberto Villegas Uribe, un reconocido ganadero de la región y narcotraficante, quien, además, fue cercano al hoy expresidente y senador de la República con quien tuvo negocios de propiedades rurales en el nordeste antioqueño. Este empresario fue asesinado el 5 de diciembre de 2004 en un negocio de su propiedad en el corregimiento San José del Nus. Este crimen que fue reconocido en los tribunales de Justicia y Paz por Rodrigo Pérez Álzate, alias ‘Julián Bolívar’. (Leer más en: ‘Julián Bolívar’ admitió asesinato de Luis Villegas Uribe)

El Cóndor contó con el aporte generoso de comerciantes y ganaderos de la región, entre ellos, Santiago Gallón Henao, quien en marzo de 2010 aceptó ante el Juzgado Primero Penal de Antioquia su responsabilidad en el delito del narcotráfico. Tal como lo ha determinado tanto la justicia ordinaria como los relatos recopilados en Justicia y Paz, tanto Villegas Uribe como Gallón Henao fueron la ‘piedra fundacional’ sobre la que se erigió el Bloque Metro, cuya génesis se remonta al año 1996. (Leer más en: Revelaciones del caso Villegas)

Para ese año, Carlos Castaño designó a Carlos Mario García, conocido con el alias de ‘Rodrigo Doble Cero’, para que recuperara el nordeste y el oriente de Antioquia, por aquel entonces bajo fuerte influjo de los frentes Bernardo López Arroyave y Carlos Alirio Buitrago del Eln, y los frentes 9, 47 y 36 de las Farc.

‘Rodrigo Doble Cero’ era un hombre curtido en la milicia. Integró el Ejército Nacional durante varios años, donde alcanzó el grado de Teniente. Durante su paso por esta fuerza adelantó operaciones militares en el nordeste antioqueño y, de pequeño, visitó con frecuencia el corregimiento El Jordán, de San Carlos, donde su abuelo tenía una finca, por tanto, conocía el avance guerrillero del Eln y de las Farc.

Luego de su salida del Ejército, en 1992, ‘Rodrigo Doble Cero’ se refugió en las fincas de la familia Castaño en el sur de Córdoba, donde terminó convertido en el principal instructor y estratega militar de las nacientes Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu). Para lograr la misión encomendada por Castaño, se apoyó en el soldado profesional Jhon Jairo Mejía Arcila, conocido como ‘Filósofo’ o ‘Filo’.

Según declaró el exjefe paramilitar Pablo Hernán Sierra, alias ‘Alberto Guerrero’ ante el Juzgado Primero Penal Municipal con Función de Control de Garantías, alias ‘Filo’ trabajó como peón en la hacienda Guacharacas y fue el encargado de reclutar los primeros 35 hombres, a quienes reunió, precisamente en este predio, para planear las primeras acciones paramilitares. Allí contó con el apoyo decidido de Villegas Uribe y Gallón Henao.

Tal como lo estableció el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía, tanto Luis Alberto como su hermano, Juan Guillermo Villegas Uribe, gestionaban la consecución de armas, pertrechos, municiones y aportes económicos para sostener la naciente estructura paramilitar. Por su parte, Santiago Gallón Henao aceptó ante una Fiscal Especializada de Medellín que celebró acuerdos económicos con los primeros comandantes del Bloque Metro en el nordeste de Antioquia. (Leer más en: ¿Quién protegió en la Fiscalía a Santiago Gallón Henao?)

Consolidación y expansión

Foto: archivo Semana.

De acuerdo con lo recopilado por la Fiscalía, la primera acción militar como Bloque Metro fue realizada en el corregimiento Providencia, de San Roque, a mediados de 1996. Según testimonio del exparamilitar John Jaime Cárdenas, a esa zona ingresaron 15 paramilitares y atacaron, supuestamente, a una célula urbana de la guerrilla del Eln, dejando varias personas muertas.

Tras las primeras acciones armadas, el naciente Bloque Metro, liderado por alias ‘Filo’, comenzó la reconquista del nordeste de Antioquia. Primero, logró expulsar al Eln del corregimiento San José del Nus, de San Roque. De allí inició su recorrido hacia el corregimiento Cristales, por aquel entonces, bastión de los ‘elenos’ y corredor estratégico de movilidad. En Cristales, alias ‘Filo’ sufre las primeras derrotas militares, lo que lleva a ‘Rodrigo Doble Cero’ a desplazarse hacia la zona con un contingente de paramilitares entrenados por él mismo en Urabá.

Así, con una tropa renovada y con el apoyo logístico y económico brindado por los integrantes de la Asociación de Seguridad Privada El Cóndor, el Bloque Metro, comandado por ‘Rodrigo Doble Cero’, logra expulsar a la guerrilla del Eln de Cristales tras lo cual, decidió montar allí una escuela de entrenamiento que se conoció con el nombre de Percherón. Desde ese corregimiento, y de la mano de una pléyade de lugartenientes, entre quienes se destacan César de Jesús Gómez, alias ‘Panadero’, y José Miguel Gil Sotelo, alias ‘Federico’, entre otros, inició su expansión hacia el oriente de Antioquia.

San Carlos, San Rafael, Marinilla, Rionegro, La Ceja, fueron los primeros municipios que conocieron el terror del Bloque Metro. Para mediados de 1998, esa fortalecida estructura armada ilegal incursionó en Medellín. En la capital antioqueña, ‘Rodrigo Doble Cero’ cambió su estrategia de llevar combatientes desde Urabá y se enfocó en cooptar combos y bandas delincuenciales de la ciudad, para lo cual las entrenó militar e ideológicamente durante varios meses.

“A las cabezas más visibles de las bandas nos llevaron a unas caballerizas de Sabaneta. De La Pradera fuimos cinco personas. Allá nos recibieron varios tipos, desconocidos para nosotros, quienes nos empezaron a explicar las directrices de las autodefensas, la ideología, cómo era que se iba a operar y nos prometieron armamento”, aseveró ante fiscales de Justicia y Paz Edison Arias Cortés, alias ‘La Cachona’, integrante de una banda delincuencial de la Comuna 13 que terminó trabajando para el Bloque Metro, pero quien terminó desmovilizándose con el Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), liderado por Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’.

Fueron precisamente las diferencias y la rivalidad con ‘Don Berna’ lo que determinó la suerte del Bloque Metro. Públicamente, ‘Rodrigo Doble Cero’ cuestionó y denunció los vínculos de algunos comandantes de las Auc con el narcotráfico, principalmente, de Murillo Bejarano. Dichos señalamientos terminaron desatando una guerra en las comunas de la capital paisa donde, al final, las huestes del Bloque Cacique Nutibara terminaron expulsando a los hombres de ‘Rodrigo Doble Cero’.

La relación de ‘Rodrigo Doble Cero’ con el resto de los bloques de los paramilitares se agravó aún más cuando, en septiembre de 2003, declaró oficialmente que el Bloque Metro era una disidencia de las Auc. Esto ocurrió justo en un momento en el que Castaño y otros comandantes ‘paras’ estaban tratando de consolidar y presentar ante la opinión pública a unas autodefensas reunificadas. La respuesta de sus excompañeros de lucha no se hizo esperar y fue así como una coalición de varios grupos paramilitares le declararon la guerra a quien fue, durante varios años, el principal estratega militar de las Accu y máximo comandante del Bloque Metro.

El inicio del fin del Bloque Metro lo tiene la claro la Unidad de Justicia Transicional de la Fiscalía (antes Justicia y Paz): 17 de septiembre de 2003. Ese día, un comando conjunto integrado por combatientes de los bloques Mineros, Bananero, Central Bolívar, atacaron a un grupo de integrantes del Bloque Metro que se alojaban en la finca Las Margaritas, del municipio de Gómez Plata, nordeste de Antioquia. Tras seis horas de combates, al final terminaron perdiendo la vida alias ‘El Alacrán’, ‘El Águila’, ‘Daniel’, ‘Rafa’, ‘Marcos’, ‘Móvil 10’, ‘Tocayo’, por aquel entonces, los principales lugartenientes de esta estructura paramilitar.

Con su principal línea de mando caída en combate, el Bloque Metro comenzó a perder la hegemonía territorial en el nordeste antioqueño que había ganado a punta de fusil y sangre. Luego perdería los territorios que otrora había dominado en el oriente antioqueño a manos de los hombres de alias ‘Don Berna’.

En noviembre de 2003 cayó alias ‘El Panadero’ en un combate con el Ejército. El acta de defunción de este bloque paramilitar y que hace parte del litigio jurídico por el cual la Corte Suprema de Justicia investiga al hoy senador Álvaro Uribe Vélez, llegó en mayo de 2004, cuando sicarios asesinaron en Santa Marta a alias ‘Rodrigo Doble Cero’.

Origen de la indagatoria

Una fallida demanda del expresidente Uribe sobre supuesta manipulación de testigos paramilitares, lo tienen rindiendo cuentas ante la Corte Suprema de Justicia. Foto: archivo Semana.

La hacienda Guacharacas es el común denominador de dos exparamilitares que la señalan como el lugar de origen del exterminado Bloque Metro. Aunque las declaraciones fueron rendidas en entrevistas al entonces representante a la Cámara Iván Cepeda, del partido Polo Democrático Alternativo, en septiembre de 2011, ocho años después cobraron tal relevancia que tienen al jefe político del partido de gobierno, el Centro Democrático, a punto de rendir indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia.

El primer señalamiento provino de uno de los hijos del mayordomo de la hacienda, que a la postre hizo parte de las filas del Bloque Metro. El 16 de septiembre, en la cárcel de Cómbita, Boyacá, Juan Guillermo Monsalve vinculó al expresidente Uribe con la masacre que perpetró ese grupo en el municipio de San Roque el 14 de agosto de 1996.

“La masacre se ordenó para recuperar el ganado… Lo ordenó Álvaro Uribe”, indicó, y también lo señaló como quien “coordinaba lo militar”, haciendo referencia al robo de las 600 cabezas de ganado hurtadas de Guacharacas el 2 de enero de 1995. (Leer más en: Las Convivir y la omisión que fortaleció a los paramilitares)

Asimismo, este exparamilitar señaló a los hermanos Álvaro y Santiago Uribe Vélez, a los hermanos Luis Alberto y Juan Villegas Uribe, y a Santiago Gallón, todos vinculados a actividades ganaderas en el nordeste de Antioquia, como miembros de ese grupo armado ilegal.

La segunda declaración la entregó tres días después Pablo Hernán Sierra García, alias ‘Alberto Guerrero’, uno de los jefes del Frente Cacique Pipintá, cuando fue entrevistado por Cepeda en la cárcel de Itagüí, Antioquia. Su testimonio es similar al de Monsalve, pues indicó que, siendo gobernador de Antioquia, el senador Uribe Vélez promovió a los paramilitares del grupo de San Roque; que la creación del Bloque Metro obedeció al robo de 600 cabezas de ganado y de varios equinos de la hacienda Guacharacas; y que esa propiedad fue su primera base, hasta que fue trasladada al corregimiento de Cristales. Además, precisó que ese grupo habría sido conformado para combatir el Frente Bernardo López Arroyave del Eln, al que se le atribuyó el hurto de ganado.

En abril de 2012, cuando fue llamado a declarar ante la Fiscalía General de la Nación por la demanda que interpusieron en su contra los hermanos Santiago y Álvaro Uribe Vélez por injuria y calumnia, ‘Alberto Guerrero’ se sostuvo esa versión. (Leer más en: Ex ‘para’ ratifica señalamientos contra el expresidente Uribe)

A su salida de esa diligencia, el exparamilitar le dijo a este portal que acudió para ratificar los hechos narrados al senador Cepeda: “¿En qué hechos? En la fundación y creación del Bloque Metro participaron el expresidente Álvaro Uribe, su hermano Santiago, así como los hermanos Gallón y los hermanos Villegas”.

Por otro lado, Guillermo Monsalve y ‘Alberto Guerrero’ señalaron que apoyaron las campañas presidenciales del exmandatario de los colombianos, quien modificó la Constitución Política para hacerse reelegir de manera consecutiva en 2006.  “Le hicimos política. Don Juan y Luis Villegas pusieron los carros para sacar las gentes de las veredas a votar. Se pintaron las paredes con ‘Álvaro Uribe Auc a la Presidencia’, pero don Juan me llamó y me dio unos tarros de aerosol para que borrara eso, que eso estaba afectando a Uribe”, dijo Monsalve sobre los comicios de 2002.

Ahora, cuando está por acabarse la primera década del nuevo milenio, los nombres de Monsalve y Sierra cobraron vital importancia por una demanda que el expresidente Uribe instauró contra Iván Cepeda, que obtuvo un efecto contrario al esperado.

El 17 de septiembre de 2014, el senador del Polo Democrático realizó un debate en el Congreso de la República contra el exmandatario quien, tras conformar un nuevo partido político, regresó al Legislativo con una amplia votación para hacerle oposición al gobierno de Juan Manuel Santos. En el capitolio, Cepeda expuso varias pruebas sobre los supuestos nexos de Uribe Vélez con narcotraficantes y paramilitares. (Leer más en: Debate Cepeda-Uribe: polarización a fondo)

Tras finalizar esa sesión, el jefe del Centro Democrático acudió a la Corte Suprema de Justicia para ampliar una demanda que ya había interpuesto contra Cepeda y suministrar pruebas sobre la supuesta manipulación de testigos en su contra.

Sin embargo, la resolución del alto tribunal, emitida el 16 de febrero del año pasado, fue un duro golpe para las pretensiones del demandante, pues no sólo cerró la investigación contra el político del Polo Democrático, sino que generó un efecto búmeran en su contra, compulsando copias para ser vinculado a un proceso penal por manipulación de testigos. De ese modo, Álvaro Uribe Vélez terminó siendo investigado por el delito por el que demandó a Iván Cepeda.

En esa trama de supuestos sobornos están involucradas dos personas cercanas al exjefe de Estado quienes, al parecer, intentaron revertir las declaraciones de Monsalve, ofreciéndole dinero y beneficios judiciales, a cambio de incriminar al senador Cepeda.

Se trata de Álvaro Hernán Prada, actual representante a la Cámara del Centro Democrático, y de Diego Javier Cadena Ramírez, abogado personal de Álvaro Uribe: ambos le habrían hecho los ofrecimientos al exparamilitar. Por esa razón, el pasado 24 de julio la Corte Suprema de Justicia citó a indagatoria al expresidente Uribe y al congresista Prada. (Leer más en: A indagatoria Álvaro Uribe por caso de falsos testigos)

“Como reacción a esa providencia judicial y al parecer con su consentimiento, personas allegadas al expresidente Uribe habrían emprendido nuevos actos de manipulación de testigos. En la indagación preliminar, ordenada el pasado 22 de febrero para corroborar estos últimos hechos, la Corte halló elementos de juicio para iniciar este proceso en el que los senadores Uribe y Prada deberán responder por los mencionados delitos”, aseguró el alto tribunal al momento de abrir ese proceso judicial.

La Corte los investiga por su presunta responsabilidad en los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal. En el auto de llamado a indagatoria, que hizo que el expresidente Uribe anunciara su renuncia al Congreso de la República, pero que después reversó, el alto tribunal sustentó que “en la actualidad, el senador Uribe Vélez continúa utilizando los servicios del abogado Diego Javier Cadena Ramírez quien, con la colaboración de otras personas, ha contactado en diferentes cárceles -y por fuera de ellas- a exmiembros de grupos paramilitares para que -a cambio de favores jurídicos y al parecer dinero-, elaboren escritos y videos a favor del senador ÁLVARO URIBE VÉLEZ y de su hermano Santiago”.

A partir de hoy, la el Alto Tribunal empezará a escuchar a los involucrados en esa presunta red de soborno. Primero escuchará al senador Uribe y al día siguiente al representante Parada. Luego comparecerán decenas de testigos más. Mientras se define ese proceso judicial, en las calles y en las redes sociales aumenta la polarización del país: los defensores de Uribe sostienen que se trata de una trampa y de un montaje judicial, mientras que sus detractores esperan verlo tras las rejas.

 

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