web
analytics

Ok

By continuing your visit to this site, you accept the use of cookies. These ensure the smooth running of our services. Learn more.

CONFIESAN ASESINATO DE DOBLECERO

Desmovilizados confiesan asesinato de juez y de 'Doble Cero' PDF Imprimir E-mail
Noticias
Martes, 11 de Agosto de 2009 11:27
Durante versión libre ante el fiscal 9 de Justicia y Paz, Jesús Elí Bayona Ropero, alias ‘Licho’, desmovilizado del Bloque Resistencia Tayrona, confesó su participación en el asesinato de Javier Alfredo Cotes Laurens, juez especializado de Santa Marta.

El asesinato del juez Cotes ocurrió en Santa Marta en la mañana del 3 de diciembre de 2001 cuando el funcionario judicial salía de su casa.

De acuerdo con la versión del desmovilizado, el ex jefe del Frente Resistencia Tayrona del Bloque Norte, Hernán Giraldo Serna, alias ‘El Patrón’, fue quien ordenó el asesinato, y éste fue cometido por Eduardo Emilio Castelblondo, alias ‘Lalo’, quien fue abatido por agentes de la Policía Nacional en 2008 cuando intentaba huir tras un robo.

Homicidio de ‘Doble Cero’

El ex paramilitar Wllinton Buenhaber Mora, alias ‘Willy’ dijo que el asesinato de Carlos Mauricio García Fernández, alias ‘Doble Cero’, ex cabecilla del Bloque Norte de las Auc, fue ordenado por Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’ y cometido por hombres del Bloque Resistencia Tayrona.

Según ‘Willy’, la orden de asesinar a ‘Doble Cero’ fue conocida por un ex jefe paramilitar de Cartagena, pero debido a su traslado a Santa Marta, fueron hombre de ‘Don Berna’ los que cometieron el homicidio.

Con información de Fiscalía.

Tags: 'El Patrón', 'Don Berna', 'Doble Cero'

Comentarios

  • Señor Wilinton Buenahaber Mora, te queremos decir lo siguiente: ANTONIO, JUAN, BEATRIZ, MONICA, SARA, JUANCA, MERCE, CARMENZA y otros mas familiares de tu asesinado confeso, ya te perdonamos. No somos ni fuimos ni seremos tus victimas, no nos tienes que reparar, no nos tienes que pedir perdón. Nunca mas tendrás que preocuparte por nosotros, no te queremos conocer, no te queremos ver. Puedes pagar tu pena y disfrutar de tu libertad mañana. Solo esperamos que hayas dicho toda la verdad, y que entonces la conciencia te permita rehacer tu vida como la persona que siempre debiste ser: Un ciudadano de bien.

  • Este hombre no es mas que una herramienta del Narcotráfico, ya lo utilizaron ya lo desecharon, ese es el valor humano que el narcotráfico genera. El fenómeno del narcotráfico trata y tratara de destruir lo que no puede corromper es así como han caído bajo su accionar grandes hombre como Luis Carlos Galán, Rodrigo Lara y muchos otros que desde la ley y la democracia lo han combatido, pero también hombres honorables como Rodrigo-Doblecero quien desde la marginalidad de la ley pero con todo el derecho de buen patriota han Mostrado la realidad del fenómeno, sus causas, sus efectos y quienes se abanderaron en él para enriquecerse y someter al país bajo su yugo criminal, fomentado la anarquía que hoy y pese a muchos esfuerzos existe en muchas regiones de Colombia.
    Las ideas y la fe de lucha de estos patriotas mártires del fenómeno del narcotráfico siguen vivas en muchas personas que mientras vivan no ahorraran esfuerzos para difundirlas y protegerlas aún acosta de sus propias vidas.

  • El medio es político pero el fin está situado en otra esfera


    El proceso de negociación con los ‘paras’ fue concebido como parte de la lógica politización de la guerra que conduce a sus protagonistas a una solución, que no contradice sus ideales y propósitos sino que, para su propia sorpresa, los viene a confirmar. Se llega a la formulación de Acuerdos de Paz, como parte de un desenlace sin vencedores ni vencidos. Bajo este esquema se sientan con el Gobierno en busca de un final histórico para la guerra. En momentos en los que el país estaba dominado por tres ejércitos.

    En ese momento era difícil vislumbrar lo que sería la posguerra, que necesariamente había que considerarla como parte la guerra: su último periodo. El incumplimiento podría devolverlos a la confrontación. Mas, el fragor de las armas fue sustituido por los enfrentamiento internos, la puja de los narcos filtrados en el proceso, inicia una contraofensiva contra los líderes fundadores del movimiento, quienes a la postre serían exterminados por quienes había adquiridos las nuevas franquicias, colocando al Gobierno en una encrucijada, pues la posguerra ya no contribuiría a fortalecer la democracia.

    Y aun cuando no se trato de un proceso normal en el que la política ha triunfado sobre lo bélico. A merced de la propia guerra. Antes, más bien, la política era mero ejercicio del poder. Y éste, pura administración de la violencia. Debía generar la superación del conflicto civil, con el que se pretendía determinar la cuestión del poder. Y pasar de la política como administración de las diferencias, al más puro ejercicio del disenso y el consenso, como competencia en torno a un poder que en alguna medida es siempre poder compartido y responsabilidad conjunta.

    Pero un momento posterior las combinó: se abrió el diálogo cuando justamente se servían las evidencias de la incursión de los jefes ‘paras’ desde Ralito en actividades ligadas al narcotráfico; esto ponía palos a la rueda de una solución negociada, no obstante, y gracias a la obstinación del Gobierno de Uribe seguían adelante en una negociación, que significó para ellos la claudicación de sus aspiraciones. Al tiempo que las razones que generaron el conflicto seguían intactas.

    La estrategia que serviría de punta de lanza al proceso ‘paras’, nunca fue definida en razón de la búsqueda de la superación del proceso de exclusión de buena parte de la poblaciones en la que hacían presencia, mientras la estrategia paralela (el narcotráfico) terminó imponiendo sus consecuencias nefastas. La máxima de la guerra: la verdad como la primera baja, una vez más se cumplía; dejando al descubierto que no somos una sociedad libre, pues lo único libre es la mentira.

    Las visiones irredentistas de este grupo estuvieron por encima de la visión racional que consintiera a la posguerra como parte de la paz. La democratización real del proceso pasaba por resolver la crisis política que abocó al país a la guerra. Este paréntesis abierto por esta negociación no fue capaz de cerrar la heridas abiertas por la guerra, si no que por el contrario abrió nuevas. Las muertes de Carlos Castaño, y de Carlos Mauricio García Fernández conocido como Rodrigo Franco y Doble 00, desbordaron al mismo proceso y puso al descubierto no sólo la incapacidad del Estado por proveer seguridad sino también la conducta depredadora de los negociadores de Ralito.

    La historia de la paz soslaya los acuerdos políticos, que no se concretaron como parte lógica del proceso, sino que generó un desenlace no previsto por los jefes ‘paras’: la extradición. Pues la historia paralela que se gestó durante este periodo de negociación, generó un escándalo cada vez mayor de impunidad y muerte. Y el Gobierno en un intento por reducirla toma la decisión de cerrar el circulo con el que concluye este periodo, pues el proceso traía en sus entrañas el monstruo que Carlos Castaño quiso combatir desde dentro: el narcotráfico.

    Una perspectiva que resulta indispensable a la hora de revisar el significado de los hechos históricos que marcaron la negociación, habrá necesariamente que decir que avanzó en un sentido: en dirección a más guerra. Los momentos principales que entrañan el salto cualitativo son el dialogo y la negociación. El primero, de naturaleza meramente táctica, lo que realmente pretende es ser instrumento que ayude a ganar la guerra.

    Justificar las posiciones deslegitimando las razones del contrario. Minar el apoyo de sus aliados y neutralizar a sus amigos políticos, al tiempo que procura atraerse neutrales y conseguir que los amigos se conviertan en aliados. El dialogo es parte esencial de la lucha política y está al servicio del objetivo supremo que sigue siendo la victoria militar. No hay coincidencia entre medio y fin: el medio es político pero el fin está situado en una esfera distinta, y los jefes ‘paras’ no lo entendieron.

  • Ojala se haga justicia con esto que nos cuentas por aqui, porque no hay derecho a que haya gente que haga este tipo de cosas y luego no haya justicia.

  • Pues esperemos que alguien haga justicia y les juzguen, porque no se puede tolerar este tipo de sucesos.

  • Lo que aun no me ha quedado claro es si todo esto sucedio de verdad o solo lo pusiste por aqui por algo en especial..

  • Menos mal que todo esto ya paso y se tomaron las medidas pertinentes porque si no, las cosas se podian haber puesto muy mala.

Los comentarios son cerrados